El fantasma de la inflación merodea la zona euro.
Por Luis Otero Cervela
Lamentablemente, los temores acerca de una importante subida en los precios de los productos y servicios a escala global se están haciendo realidad en Europa. Y el mes de enero fue portador de malas noticias, ya que al cierre de este periodo la inflación en la eurozona registró un récord de 5,1%. El alza en este indicador fue impulsada por los importantes aumentos registrados en los precios del suministro de la energía eléctrica.
Según reportó Eurostat (agencia europea de estadísticas), esta cifra se constituye en la más alta de la cual se tenga registro. La medición de la inflación en la zona euro inició su medición histórica en 1997. Ya en diciembre pasado las alarmas se habían encendido cuando se registró la cifra récord de 5%, un número sin precedentes.
Los pronósticos del Banco Central Europeo se quedaron cortos, al suponer una inflación menor a 2%, y pese a los resultados de enero, la autoridad monetaria no deja de manifestar su optimismo e insiste en que el alza de la inflación es una situación temporal. Sin embargo, el BCE ha ajustado sus proyecciones y prevé que el aumento en los precios durante el presente año no superará 3,2%, y pospone para 2023 su expectativa de 2%.
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